Ya ha pasado el verano y sus excesos. En muchos casos se hace el reconocimiento de empresa o se pasa por el médico o la farmacia para comprobar que todo está correcto. Pero por desgracia no todo es así, el colesterol nos ha jugado una mala pasada y ha salido con el temido asterisco en la analítica.
El médico prescribe un tratamiento con estatinas, ya sea la simvastatina que es la más usada o cualquiera de sus predecesores o derivados como la lovastatina o la pravastatina, rosuvastatina, fluvastatina, atorvastatina o pitavastatina. Y comienzan a asaltarnos dudas sobre ese tratamiento.
¿Qué son?
Las estatinas son una serie de compuestos que originariamente se obtuvieron en dos especies de hongos (levaduras) por separado, uno es el Aspergillus terreus y el otro es Monascus purpureus, de los cuales se obtuvo por primera vez la lovastatina y la mevastatina respectivamente, descubiertas por equipos estadounidenses y japoneses por separado. Posteriormente los japonenses obtendrían un metabolito intermedio de la mevastina, la monacolina k, tan sólo tres meses después de los americanos. Finalmente se descubrió que la monacolina k y la lovastatina eran químicamente idénticas.
Son fármacos que inhiben la síntesis de colesterol a nivel del hígado, por lo que disminuye la producción de colesterol endógeno, no el obtenido a través de la dieta. Sin embargo, el colesterol es una sustancia lipídica (grasa) que el cuerpo necesita, por lo que sus efectos secundarios deben ser evaluados continuamente por el médico y el farmacéutico.
¿Por qué debo tomarlas?
Además del efecto directo sobre la disminución del colesterol en sangre, se ha observado efectos antinflamatorios sobre la placa de ateroma y a altas dosis consiguen evitar la formación de trombos (coágulos que circulan libremente por el cuerpo hasta obstruir una vena o arteria) disminuyendo el riesgo de ictus o trombosis.
¿Son peligrosas? ¿Tan malos son sus efectos secundarios?
Todo lo contrario, las estatinas han salvado millones de vidas desde que se comenzaron a comercializar a finales de los años 70.
Los efectos secundarios deben ser tenidos en cuenta como en cualquier otra medicación que se vaya a usar de forma crónica. Debe vigilarse el hígado, que es el órgano diana de las estatinas, y el riñón. Pero el efecto adverso más frecuente y que más suele preocupar a los pacientes son las molestias y dolores musculares, especialmente en las piernas.
¿Y si no quiero tomarlas? ¿Hay alternativas?
Desde Farmacia Pilarica siempre recomendamos cumplir con el tratamiento prescrito por el médico y comentarle nuestras dudas sobre el tratamiento.
Podemos suplementar nuestra dieta con Coenzima Q10 que contrarrestan la mayoría de efectos secundarios provocados por las estatinas y el dolor muscular suele mitigarse al usar la CoQ10.
También podemos evitar buena parte de esos dolores musculares al tomar la estatina por la noche antes de dormir, que realizamos menores esfuerzos musculares.
Aún así podemos tomar otros suplementos a base de Omega 3 que permite modificar el perfil lipídico del paciente, disminuyendo los niveles de Colesterol LDL (el llamado colesterol malo) y aumentando los niveles de Colesterol HDL (el llamado bueno).
Por otra parte existe la famosa levadura del arroz rojo, un arroz fermentado por el hongo Monascus purpureus, ingrediente milenario de gastronomía y medicina tradicional de Extremo Oriente, de la cual partieron las investigaciones de Akira Endo para obtener la monacolina K que hemos hablado antes.
A la monacolina K se le pueden unir otras vitaminas y extractos vegetales para disminuir los posibles efectos secundarios de que pueda presentar la monacolina K, como la Coenzima Q10, el ácido fólico, extracto de Berberis para disminuir los triglicéridos, Policosanol (mezcla de alcoholes grasos) que pretende aumentar el “colesterol bueno” y la Artaxantina, uno de los antioxidantes más potentes de la naturaleza
Por tanto, podemos considerar que los suplementos con monacolina K son, efectivamente, las estatinas naturales, sin embargo no exime que pueda tener efectos secundarios, por lo que deben ser usadas con precaución en casos de uso continuado.
Por supuesto, recordar nuestros servicios de Nutricionista para reconducir los hábitos de alimentación que no sean los mejores para mantener el colesterol o raya, o establecer una dieta que ayude al tratamiento con estatinas para bajar los niveles de colesterol a valores normales.
Como siempre, consulte con su médico o con su farmacéutico!!!